viernes, 28 de agosto de 2015

NO ES ÉSTA LA EUROPA QUE QUIERO

       Veo las caravanas de hombres, mujeres y niños que caminan huyendo del horror; las barcas desbordadas de personas con rostros descompuestos por el dolor, la fatiga, el hambre y el miedo; vías de tren invadidas por una multitud que necesita sentirse a salvo; veo seres humanos sentados en el suelo exhaustos, con la desesperanza en los ojos, con el miedo y el infierno vivido grabados en sus miradas.
       Veo las alambradas con espinas y concertinas; las barcas de salvamento con hombres desolados porque no hay ya nadie a quien salvar; al ejército y la policía intentando detener el avance imparable de los que huyen de la atrocidad intentando salvar sus vidas.
       Veo los restos de los incendios provocados por quienes perdieron el corazón y la humanidad; las camillas cubiertas que salen de bodegas de barcos o de camiones convertidos en fosas comunes; veo el mar, nuestro mar, arrastrando a la orilla a quienes no lo consiguieron.
       Veo todo esto y no me gusta. Siento dolor, mucho dolor.
       Yo no tengo madera de héroe. Si aquí hubiera un conflicto armado, si unos locos decidieran empezar a matar, yo me iría. Huiría porque no soy persona que busque pelea, no soy de los que se aprovechan de nadie, no guardo rencor y procuro no hacer daño. Soy buena gente. Y la buena gente no sabemos vivir en guerra. La buena gente no sabemos movernos en ambientes convulsos donde todo vale, donde a uno lo matan, lo violan o lo torturan sólo porque alguien, que dejó de ser humano, así lo decide. Por eso, cuando miro a los que huyen, me siento en su piel. Yo podría estar allí. Yo podría ser cualquiera de esas mujeres que huyen con sus hijos en brazos. Así que ellos no me dan miedo. Ellos son como yo, como los millones de buena gente que vivimos en Europa.
       Me dan miedo los otros, los que golpean sin piedad, los que miran a otro lado cuando pueden parar tanto dolor, los que se escudan en falsas creencias y las trasmiten como dogmas. Pero sobre todo, me dan miedo aquellos que son capaces de aprovecharse del dolor y la desesperación ajena; los que incendian el techo bajo el que se refugian los que nada tienen; los que golpean, insultan y vejan a los débiles, a los que huyeron buscando un lugar donde vivir en paz; a los que cogen el dinero de quienes pagan por una esperanza y luego los abandonan, sin sentir el más mínimo escrúpulo, encerrándolos para que mueran asfixiados o los lanzan por la borda. A todos ellos les tengo miedo, porque no reconozco en sus ojos ninguna señal de humanidad. Ellos son “los otros”.
       Ésta no es la Europa que quiero, ni el mundo en el que quiero vivir. Ésta no es la Europa por la que lucharon nuestros antepasados. Tenemos una responsabilidad con el mundo. Somos la Europa de los valores, la de la libertad, la igualdad, la justicia, la cultura. La Europa en la que cualquiera desearía vivir porque establecimos un sistema que garantizaba los derechos humanos universales. ¿A quién se la hemos vendido? ¿Qué vamos a hacer para recuperarla?

2 comentarios:

  1. Cada vez que veo cosas así me pregunto ¿que es Europa?.
    Está claro lo que no es; no es un continente por que esta unido a Asia,
    No es una unión por que no todos los pueblos al oeste de los Urales se sienten unidos y cada vez que hay tomar una decisión relevante aparecemos como países disgregados.
    No es una unión de los pueblos por que hay pueblos que están en guerra y las muestras de solidaridad y generosidad entre los distintos pueblos parecen escasas.
    Por tanto ¿que es Europa?
    ¿Será un sueño? ¿una entelequia ? ojala sea eso por irreal que sea representa aquello que está bien que es correcto, valores como justicia y libertad. ojala no sea el resultado de una imagen de marketing, un espejismo, la zanahoria que al pretender alcanzar nos hace tirar del carro de quienes nos quieren dominar.

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  2. Aqueronte, yo creo que Europa es una de las creaciones de Grecia. La heredera de sus sueños, de su espíritu. Me gustaría creer que, en los roles mundiales, Europa desempeña el de cuidadora de los valores de igualdad, justicia, bienestar social, humanismo... Desde luego quienes gobiernan, no representan estos valores, pero parece que los ciudadanos sí que intentamos no mirar hacia otro lado.
    Ojalá las cosas cambien y podamos recuperar el poder que cedimos.

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