jueves, 20 de agosto de 2015

¿HASTA CUÁNDO?

       Ayer sentí miedo. Un miedo que debió instalarse hace mucho, mucho tiempo, en mi código genético. Un miedo irracional, como todos, pero que en otro lugar, en otro tiempo, hubiera marcado la diferencia entre la vida y la muerte, entre salir indemne o marcada para siempre.
       Caminaba por un aparcamiento distraída. De repente vi que tres chicos jóvenes y fuertes se acercaban hacia mí. Mi cuerpo se tensó y mis ojos descubrieron que no había nadie más que ellos y yo. Sentí la adrenalina recorriendo mi cuerpo, todas las señales de alarma activadas, mi cuerpo preparado para la lucha porque ya no había tiempo para huir. Les miré a los ojos para detectar el primer aviso. No hubo nada. Pasaron por mi lado sin mirarme siquiera.
       El miedo cedió paso al enfado. En otro lugar, en otro tiempo yo habría sido una víctima. Como miles de mujeres antes, ahora y…  ¿hasta cuándo?
       Ayer sentí miedo. Un miedo aprendido y heredado. Un miedo de mujer. Miedo por ser una mujer. ¿Hasta cuándo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario