martes, 22 de diciembre de 2015

HIELO EN EL CORAZÓN

      El niño se volvió, por última vez, con la mirada dura y desafiante de quien tiene más dolor del que le cabe en el cuerpo y ya sólo le queda el orgullo para contenerlo. Luego se marchó con paso firme.
      La madre lo vio alejarse con el corazón atravesado por aquella mirada y el frío de la mañana colándosele por la herida abierta.  Luego, el suelo se abrió bajo sus pies.

2 comentarios:

  1. A veces ocurre que el dolor es tan grande que el amor no es suficiente para curar la herida. Entonces el amor duele, y es ese dolor el que permite que empiece a sanar. Es complicado, muy complicado. Y muy doloroso ver sufrir a un hijo y no poder hacer nada para evitar su dolor. Sólo él puede curarse.

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