jueves, 21 de enero de 2016

APRENDIZ DE MALA

      Les confieso que tengo un problema. Tengo la manía de creer en la bondad apriorística de la gente y luego me meto unos trompazos que me dejan temblando varios días como si fuera uno de esos dibujos animados que, después de recibir un golpe, se pasan unos segundos vibrando por la pantalla.
      Hace unos meses describí en otra entrada a los distintos especímenes de humanos (Pincha aquí) y hoy he conocido a una aprendiz de mala de cojones de alrededor de siete años. Ustedes me dirán: "¡Imposible que una criaturita sea tal cosa!" Y yo les contesto que eso pensaba yo hasta que me la encontré. Les cuento y juzguen ustedes si la niña apunta maneras o no.
      Mi hijo que en ese momento aún no había cumplido seis años salió hace unas semanas del colegio contándonos una historia absurda de un tal Matacuchillos y que ha estado llorando. Como no entendíamos nada, se enfada y nos cuenta que era una broma pero que él se la había creído porque es tonto. Aún entendemos menos. Se acerca su profesora y nos explica que el niño se había asustado mucho en el patio porque unas niñas le han contado una historia de miedo. La historia en cuestión es que existe un tal Matacuchillos que, en vez de andar matando cuchillos como su nombre indica, va matando niños que están en los colegios y aprovecha para hacerlo cuando los niños entran al servicio. En concreto, ya ha matado, según las niñas en cuestión, a una nena en el baño de un colegio cercano. Como mi hijo, no sabía si creérselo o no, más bien supongo que estaba muertecito de miedo y buscaba una confirmación de la falsedad de lo narrado para poder respirar de nuevo, les preguntó si lo decían en serio, a lo que la aprendiza de mala de cojones, contestó que sí, que la acompañara al aseo de chicas y lo vería. Allí había mandado minutos antes a su amiga, que los esperaba haciéndose la muerta. Estarán conmigo que la niña es, por lo menos, retorcida.
      No contenta con eso, persigue, desde entonces, a mi criatura todos los santos días con la historieta de marras; le amenaza con acusarle de haber hecho “gorrinadas” con otras niñas en el baño si no hace lo que ella le manda; le persigue por el patio para "obligarle" a ser su novio (con todo lo que ello conlleva) o el novio de su amiga…, vamos, que tiene a mi hijo aterrorizado.
      Ayer tarde, salió mi hijo del colegio y me dijo que la nenita le había invitado a su cumpleaños para hacer las paces y ser amigos y me dio una nota escrita en un pañuelo de papel pero, claro, muy serio no parece. Ante mis reticencias, el nano me cuenta que se lo había dado en el patio y que era para que fuera su amigo. Como la niña estaba a unos dos metros de nosotros con su madre, envié a mi hijo a que le preguntase dónde era el evento. Mi peque fue y regresó unos segundos más tarde con cara de no entender nada diciéndome que era mentira y que él se lo había vuelto a creer.
      ¿Se puede ser más malvada? ¿Qué digo malvada? Mala de cojones. Y esperen a que crezca, porque su madre no le dijo ni mu.

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